LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1997

         A quienes por capricho del destino nos ha tocado historiar y documentar las fiestas de San Fermín, nos encontramos con que hay algunos años en los que nos gustaría saber transmitirlos desde un estado emocional neutro para no sufrir como sanfermineros de pro rememorándolos. Fue el caso de los sanfermines de 1978, penosamente tristes, y es el caso de la edición festiva de este año.
         Lo queramos o no existen muchos factores externos que influyen e impactan en el normal transcurrir de las fiestas. Baste recordar que cinco días antes del chupinazo ETA liberaba al industrial vasco Cosme Delclaux; y simultáneamente, ese mismo día, la Guardia Civil liberaba al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara después de 532 días de permanecer secuestrado por esta banda.
         La respuesta de los terroristas a esta acción tuvo lugar el 10 de julio, en plenas fiestas de San Fermín que es cuando ETA secuestró a Miguel Angel Blanco, un joven de 29 años, concejal del Partido Popular en la localidad vizcaina de Ermua. Los secuestradores daban un plazo al Gobierno de 48 horas para que reagrupase a los presos vascos de esa organización en las cárceles de Euskal Herría.
         La conmoción y la angustia que provocó aquél secuestro se tradujo el día 11 en la suspensión de los actos institucionales organizados por el Ayuntamiento de Pamplona, en la decisión del Gobierno de Navarra de suspender su presencia en los actos festivos, y en la movilización de miles de pamploneses, a la una de la tarde, pidiendo la libertad del concejal.
         Llegado el día 12, que era cuando se agotaba el plazo dado por ETA, a la una de la tarde varios miles de pamploneses se concentraron en la Plaza del Castillo durante algo más de tres horas a la espera de un feliz desenlace que nunca se produjo. Los terroristas ejecutaron a su rehén, y la conmoción en toda la nación fue indescriptible.
         A las seis y media de la tarde, con los tendidos llenos, se anunciaba a través de la megafonía de la Plaza de Toros que la corrida había sido suspendida en señal de duelo. Seguidamente cientos de personas se concentraron ante el edificio consistorial pidiendo la suspensión de las fiestas, y hasta allí llegaba la gente de forma espontánea para quitarse el pañuelo rojo y dejarlo en la puerta del Ayuntamiento.
         Desde el balcón consistorial el señor Chourraut se dirigió a los concentrados anunciando que se suspendían todos los actos del programa hasta las 9 de la mañana del día siguiente. Esa misma noche algo más de 30.000 personas recorrieron las calles del centro de la ciudad mostrando su rechazo a los terroristas.
         Esa misma madrugada varios grupos de jovenes, próximos ideológicamente a ETA, trataron de prender fuego a todos los pañuelos depositados ante el Ayuntamiento, dando pie a graves enfrentamientos que se mantuvieron hasta bien entrada la mañana del día 13. Efectivos de la Policía Nacional tuvieron que custodiar la sede del grupo político Herri Batasuna.
         A las ocho de la mañana varios cientos de mozos hicieron el recorrido del encierro formando una manifestación de apoyo al concejal asesinado. Nuevamente a la una de la tarde volvieron a concentrarse miles de personas en la Plaza del Castillo mostrando su rechazo a ETA; tal era el ambiente de crispación que el propio presidente del Gobierno de Navarra tuvo que hacer un llamamiento a la calma, pidiendo seguidamente la disolución de los manifestantes.
         Las fiestas se reanudaron esa tarde con la celebración de la corrida de toros, en la que los diestros tuvieron un recuerdo para Miguel Angel Blanco.
         La Comisión de Peñas de Pamplona, a pesar de la situación, decidió por unanimidad mantener su programa festivo en todo momento.
         El día 14 hubo también enfrentamientos en las calles de Pamplona entre personas que defendían el atentado de ETA y entre quienes mostraban su rechazo. Varios miles de pamplonicas se concentraron por la tarde, convocados por Gesto por la Paz, para mostrar su rechazo a los terroristas.

         Al margen de este lamentable episodio que provocó la suspensión temporal de las fiestas, éstas tuvieron también su parte normal, como todos los años, que no podemos omitir porque sería un error en todos los sentidos.
         El protagonista de las mecetas de este año fue el kiliki Caravinagre, que protagonizó en exclusiva el cartel de fiestas para alivio de quienes temían un nuevo cartel en la línea polémica de lo que se estaba viendo en los últimos años.
         Unos días antes de comenzar las fiestas se sucedieron in crescendo los rumores de que el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, iba a visitar la ciudad durante los sanfermines. Finalmente no vino el afamado personaje.

         El chupinazo también tuvo su chascarrillo, protagonizado por tres jovenes que accedieron al tejado del Ayuntamiento unos minutos antes de subir al cielo el esperado cohete con la intención de desplegar una pancarta a favor de la “Amnistía”. La Policía Municipal, en una acción rápida, abortó la acción de los radicales.
         Los encierros también tuvieron su aquél, y sino que se lo pregunten a Juan Jesús Larraya Camino (día 7), a Angel María Cortés Olcoz (día 8), a Dereck White (día 9), a Roberto Casado (día 10), o a Ben Hirts (día 14), que conocieron en sus carnes lo qué era una herida por asta de toro.

         La Feria del Toro arrancó con la novillada del día 6, en la que los diestros José Antonio Iniesta, Luis Mariscal y Francisco Marco, conocieron el debut en Pamplona de la ganadería de Miranda Moreno, uno de cuyos propietarios es el pamplonés Javier Moreno Arocena, sobrino del ganadero Cesar Moreno y hermano del doblador Lalo Moreno. El primer plato de la tarde lo ofreció el prestigioso rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, que se las vio con las reses de Fermín Bohórquez.
         Los demás diestros que se dejaron ver en el coso pamplonés (que este año celebraba sus bodas de diamante) fueron: Raúl Gracia “El Tato”, Juan Mora, José Tomás, Canales Rivera, Pepín Liria, Miguel Rodríguez, Manuel Caballero, Javier Vázquez, Cesar Rincón, Enrique Ponce, Francisco Rivera Ordóñez, “Jesulín de Ubrique”, Sergio Sánchez, Domingo Valderrama, Oscar Higares, Juan Pedro Prados “El Fundi”, José Luis Bote, Juan Carlos García, y Vicente Barrera.
         Bajo sus capotes desfilaron las ganaderías del Conde  de la Corte, Salvador Guardiola Fantoni, Mª Luisa Domínguez Pérez de Vargas, Alvaro Domecq “Torrestrella”, Jandilla, Hermanos Astolfi, Eduardo Miura, y la de El Pilar.




PINCELADAS

Alcalde.- D. Javier Chourraut.

Horario.- Encierro: 8 de la mañana. Corrida de toros: 6’30 de la tarde.

Chupinazo.- D. Javier Chourraut

Adoquín y loseta.- Después de dos años de viva polémica en torno a la decisión del consistorio de sustituir el tradicional adoquín del suelo de la vieja Iruña por  un nuevo pavimento a base de loseta, se opta finalmente por una solución mixta en la que se combinan ambas posibilidades. Este año se estrena el nuevo suelo en el tramo de Mercaderes. Al año siguiente se hizo en la calle Estafeta.

Exposiciones sanfermineras.- El cartelista pamplonés Pedro Martín Balda expuso en el polvorín de la Ciudadela durante los veintisiete primeros días del mes de julio un total de 24 carteles y 77 bocetos de pancartas realizadas por él. En la inauguración, el concejal de Asuntos Culturales, Joaquín Pascal, elogió la obra artística de Balda, y aprovecho para criticar las actuales pancartas de las peñas, de las que dijo: “no me gustan nada”.
         Durante esos días pudo verse también en la sala municipal de exposiciones (C/ Zapatería, 40) una colección de 96 fotografías correspondientes a las fiestas de 1954, obra de la conocida fotógrafa Inge Morath. Ella estuvo presente en estas fiestas acompañada por su marido el dramaturgo norteamericano Arthur Miller, y por el antillano Dereck Walcott, poeta y premio Nobel de Literatura.

Suspendidas las dianas por agresión a un músico.- La “gracia” que se pegó un gamberro anónimo lanzando una botella de cerveza sobre la banda de “La Pamplonesa”, motivó que ésta decretase la suspensión de las dianas cuando éstas tocaban ya a su fin. La botella impactó contra la cabeza del trompetista Mariano Morán.

Homenajes a la Casa de Misericordia, a los pastores del encierro y a la Peña La Veleta.- Estos fueron los tres colectivos elegidos este año por el Hotel Maisonnave para su público reconocimiento. No hay que olvidar tampoco, dentro del programa festivo que este año realizó este hotel, la exposición de pintura taurina de Antonio Laita, o los mediodías musicales que tanto animan la calle Nueva gracias a la presencia de las txarangas sanfermineras.

Bibliografía.-
·        GÓRRIZ, Jesús. Nuestros sanfermines. 87 páginas. Colección “Temas Pamploneses”, nº 35. Ayuntamiento de Pamplona, 1997.
·        ITURRI, José Antonio. Cultural San Fermín / 97. 97 páginas. Ayuntamiento de Pamplona, 1997.
·        MARICHALAR, Emmanuel de.  Le soufle dans le dos. Ed. J&D. Biarritz, 1997.
·        MILLER, Arthur – MORATH, Inge – IRIGOYEN, Ramón.  San Fermín. 1997.
·        PÉREZ OLLO, Fernando. La Plaza de Toros de Pamplona (1922-1997). 235 páginas. Casa de Misericordia de Pamplona, 1997.



ENTRADAS PARA EL APARTADO

12 de julio



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