FIESTAS DE SAN FERMÍN 1966
La novedad de este año la puso el Ayuntamiento de Pamplona con la creación del galardón denominado Pañuelo de honor. Con este premio el consistorio pamplonés quería distinguir a todas aquellas personas que más hubiesen destacado por su labor en pro del conocimiento y divulgación de los sanfermines por el mundo, y también para galardonar a todas aquellas que durante muchos años hubiesen desempeñado un papel importante en las fiestas desarrollando un trabajo típico en cualquier clase de actividad que represente algo tradicional dentro de estos días. El nombre de los galardonados no se habría de conocer hasta el día 6. Mientras tanto los ciudadanos, y la prensa, hacían sus propias apuestas o hacían público su deseo de que recayesen sobre determinadas personas. Así pués, se barajaban los nombres de Joaquín Ilundain Jokintxo, Ernest Hemingway, José Mª Iribarren, Ignacio Baleztena Premín de Iruña, Dominique Aubier, Inge Morath, Rafael García Serrano, Antonio Díaz Cañabate, Antonio Ordóñez, Daniel Zariquiegui, etc. Todos ellos, y muchos más, eran merecedores por méritos propios de ser galardonados con el pañuelico rojo.
Después del chupinazo, a la una de la tarde, es cuando se dio a conocer los nombres de los galardonados, que fueron los siguientes: Domingo García Saez, Rafael García Serrano, Basilio Zoroquiain Trinidad y, a título póstumo, Ernest Hemingway.
Domingo García Saez, que en ese momento se encontraba en Nueva York, personificaba el premio que se concedía a todos los mozos pamploneses. Ante la ausencia de éste, se impuso la honorífica distinción a Pablo Angel Vita, presidente de la Peña La Única, la más antigua de Pamplona.
Rafael García Serrano era sobradamente conocido por su condición de escritor, y porque dentro de ese oficio había dedicado un espacio importante a las fiestas de su ciudad natal. Vivía en Madrid, y se da la circunstancia que, a causa de una enfermedad, tampoco pudo asistir a recoger el pañuelo. Agradeció el premio con un emotivo telegrama.
Basilio Zoroquiain Trinidad era portador de la imagen de San Fermín durante la procesión, labor esta que venía ejerciendo durante los últimos 32 años. Se premiaba también la tradición familiar de los Zoroquiain en esta labor, iniciada por el bisabuelo de Basilio en 1851, y nunca interrumpida. La imagen de San Fermín pesaba 325 kilos, repartidos entre seis portadores (durante mucho tiempo la llevaron entre cuatro). Basilio Zoroquiain recibió el pañuelo muy emocionado, manifestando que esa era la mayor alegría que le habían dado nunca.
Ernest Hemingway, escritor norteamericano y Premio Nobel de Literatura, recibía el galardón a título póstumo, pues había fallecido en 1961. Su novela Fiesta, y otras aportaciones literarias en periódicos y en libros, habían influido enormemente en la promoción internacional de los sanfermines. Se esperaba la llegada del cónsul norteamericano, en Bilbao, para recoger el premio.
En la Feria del Toro participaron las ganaderías de Mª Teresa Oliveira, Atanasio Fernández, Eduardo Miura, Cesar Moreno, Alvaro Domecq, Conde de la Corte, y Juan Pedro Domecq; cuyas reses fueron lidiadas por los diestros Paco Camino, El Viti, José Manuel Inchausti Tinín, Antonio Bienvenida, Jesús Córdoba, Antonio Ordóñez, Fermín Murillo, Miguel Mateo Miguelín, Diego Puerta, Andrés Vázquez, Manuel Cano El Pireo, y José Fuentes.
PINCELADAS
Alcalde.- D. Juan Miguel Arrieta
Horario.- Encierro: 7 de la mañana. Corrida de toros: 5’30 de la tarde.
Chupinazo.- D. Lorenzo Martinicorena
Los gigantes.- Nuestra comparsa se reencontraba de nuevo con el público pamplonés después de haber viajado a Estados Unidos en donde participaron en la clausura de la Feria Mundial de Nueva York. Parte de la comparsa tuvo que quedarse en Pamplona a causa de los conflictos raciales existentes en Norteamérica.
Esta ganadería procede de la que en 1892 formó el Marqués de Villagodio con vacas del Duque de Veragua y dos toros de Trespalacios; se estrenó en Bilbao el 27 de agosto de 1903 con seis toros que fueron lidiados por Fuentes y Machaquito. Fallecido el Marqués de Villagodio, el 19 de noviembre de 1920 pasa la ganadería a manos de sus herederos, quienes el 6 de marzo de 1921 la hicieron debutar en Madrid con una novillada. Los herederos del Marqués, concretamente su viuda, transfirieron en 1924 la vacada a los hermanos salmantinos don Antonio y don Ignacio Sánchez, que sustituyeron el hierro por el actual, y que incorporaron a la vacada un toro de coquilla. Estos nuevos propietarios se estrenaron en Madrid el 30 de mayo de 1930 con una novillada lidiada por las cuadrillas de Gil Tovar, Noain y Atarfeño. Cuatro años más tarde, el 25 de octubre de 1934, volvía a estar presente esta ganadería en la Plaza de Toros de Madrid, siendo entonces su titular don Germán Pimentel Gamazo (de Rueda, Valladolid), que la había comprado recientemente. En 1938 puso con las hembras un toro de Villagodio Hermanos, y en 1944 incorporó un toro del Conde de la Corte, comprado a Marcial Lalanda. En 1951 la propiedad de esta ganadería pasó a don Ramón Fernández Zumel, de Valladolid, y de éste, en 1958, a don Cesar Moreno Erro, que trasladó las reses a tierras navarras y buscó nueva sangre a través de las vacas de Domecq y un semental oriundo del Conde de la Corte, depurando así escrupulosamente la vacada y presentando las primeras reses con gran éxito, avalado este por los cortes de oreja y vueltas al ruedo, como se pudo ver en los novillos que llevó a los cosos de Pamplona, Tafalla, Ejea de los Caballeros, Teruel y Estella. Tenía su sede muy cerca de Pamplona, junto al pueblo de Ostiz.
Conflictos con los Medios de Comunicación estatales.- Televisión Española anunciaba el día 4 que, en contra de lo previsto, no retransmitiría en directo los sanfermines. Coincide que en esos días, tanto los medios de comunicación navarros, como la Diputación Foral, mantenían un duro enfrentamiento con el ente público a causa de la emisión, el 24 de junio, del programa “Punto de vista”, en el que el presentador don Manuel Calvo Hernando, dio unas cifras erróneas sobre la contribución económica que Navarra hacía al estado. Desde Navarra se exigió una rectificación pública. El Ministro de Información y Turismo se disculpó ante la Diputación Foral, y el mismo día 6 de julio TVE exponía públicamente su respeto hacia el régimen fiscal navarro.
La guinda la puso el diario “ABC” dedicando varias páginas a los sanfermines. El asunto no tendría nada de particular si no fuese por el contenido de los artículos, en los que el periodista Alfredo Amestoy daba a entender que en Navarra vivíamos en la prehistoria (...son cientos las familias navarras que viven en cuevas...) y con un retraso tercermundista (...La provincia de Navarra se encuentra en peores condiciones sanitarias que las mismas Hurdes de la sierra de Gata. Casi privada de centros hospitalarios; ofrecen una cama por cada 12.673 habitantes...). En fín, no hace falta decir todo lo que se tuvieron que oir desde Navarra –la prensa nacional se hizo eco de nuestra respuesta- desmontando una por una sus afirmaciones.
En la corrida del día 12 un mozo saltó al ruedo colocando en el centro varios ejemplares de “ABC”; tras un primer intento de prenderles fuego en el que vió que sus cerillas no servían, desde los tendidos el público ofreció masivamente sus fósforos; los ejemplares fueron quemados en medio del aplauso unánime de toda la plaza, de los de sol y de los de sombra, de los locales y de los forasteros; y se entonó a coro aquello de Navarra, Navarra, Navarra es c..., como Navarra no hay ninguna.
Estruendo de Iruña.- Salió el 12 de julio, con el sonido exclusivo de los bombos y con una pancarta en la que se leía: El Estruendo de Iruña. Sin subvención. En años posteriores se harían famosos por una nueva pancarta ortográficamente incorrecta.
James Michener.- Era el número uno en ventas de los novelistas en lengua inglesa. Estuvo durante estas fiestas en Pamplona recopilando material para elaborar un nuevo libro que tratará del alma de España, y en el que los sanfermines habrían de ocupar un lugar importante.
Karina.- Era la mejor cantante española. Actuó en el Club Natación.
“La familia Colón”.- Se trata de una película ambientada en los sanfermines que se rodó este año en Pamplona, dirigida por Julio Coll. Filmaron escenas en el chupinazo, en el riau-riau, en el encierro y en las peñas.
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OTROS IMPRESOS DE ESTE AÑO
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| Portada del programa de fiestas en su formato grande |
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