LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1974

         Un año más, las fiestas de San Fermín han quedado marcadas por la tragedia. Precisamente, cuando en Pamplona se había abierto un interesante debate social sobre la comercialización del encierro y sobre la publicidad en las camisetas de los corredores (debate éste que se volvió a retomar con fuerza veinticinco años después), precisamente entonces, el encierro vino a recordarnos, como queriendo expresar su propia opinión, que es un acto mucho más serio y peligroso que un puñado de dinero; que es la vida la que está en juego, y que un afán comercial desmedido puede ponerla en peligro.
         La desgracia llegó este año el día 12 cuando en el tramo comprendido entre Telefónica y el callejón de entrada a la plaza, Palmello –uno de los seis toros de la ganadería de don Manuel Arranz- alcanzó con sus pitones al joven pamplonés Juan Ignacio Eraso Martiartu, un chantreano de 18 años, de profesión cocinero. El toro se cebó con él dejándolo gravemente herido. Esa misma tarde, a las siete y veinte, Juan Ignacio fallecía en la UVI del Hospital de Navarra, llenando de luto y dolor a una ciudad en fiestas.
         La casualidad quiso que, en el mismo momento del fallecimiento, una fuerte tormenta obligase a suspender la corrida durante la lidia del tercer toro, corrida ésta que se estaba retransmitiendo en directo a toda España a través de TVE. Así se escribe la historia –no siempre agradable- de los sanfermines, unas fiestas marcadas por la alegría, la amistad, la solidaridad... pero que en ocasiones se cobran un tributo doloroso.
         Juan Ignacio Eraso, de la peña Alegría de Iruña, tuvo una despedida emotiva en el cementerio de Pamplona; se vieron brazaletes negros entre los mozos, y los instrumentos no sonaron durante la corrida del 13. Una semana después, el día 20, las peñas de Pamplona celebraron un funeral por Juan Ignacio en la capilla de San Fermín.

         Fuera de este lamentable y doloroso incidente, las fiestas tuvieron un desarrollo normal dentro de la masificación que año tras año iban padeciendo. No faltaban críticas entre los ciudadanos a ese incremento de turismo barato, mochileros, que invadía la ciudad durante esos días, y que se instalaba sin ningún pudor en los jardines de la Plaza del Castillo dando una pincelada de falta de decoro y de limpieza a la imagen de blanco inmaculado que lucían los sanfermines.
         El chupinazo, lanzado siempre por el presidente de la Comisión de Festejos, contó con las apreturas de siempre, incluidas las del balcón consistorial en el que se daban cita las primeras autoridades (alcalde, concejales, gobernadores civil y militar...) acompañados por su esposas y por los invitados de turno. En esta ocasión la invitada de honor en el balcón consistorial fue doña Alicia García de Santos, esposa del Ministro de Industria don Alfredo Santos Blanco, que disfrutó del acto mientras su esposo cumplía por la geografía navarra con las inauguraciones previstas.
         Otros personajes que se dejaron ver esos días fueron los Condes de París, don Gregorio López Bravo (exMinistro de Asuntos Exteriores), o Monseñor Añoveros (Obispo de Bilbao), por citar algunos ejemplos.
         Una vez más el riau-riau volvió a ser actualidad, pues una vez más se había batido el récord de duración, en esta ocasión con tres horas y diez minutos; y eso era algo que preocupaba y que, de alguna manera, hacía presagiar un negro futuro sobre esta marcha a las vísperas. Pero el riau-riau no fue noticia solamente por eso; este año, fruto de un reciente acuerdo municipal, la corporación participó en el mismo vestida de frac, con chistera incluida, y los pamploneses –muchos de ellos ataviados con simpáticas chisteras de cartón- no quisieron perderse este espectáculo.

         En el terreno taurino la Feria tuvo el honor de contar con las ganaderías de los herederos del Conde de la Corte, Antonio Martínez Elizondo, Joaquín Buendía Peña, Juan Pedro Domecq, herederos de Manuel Arranz, Eduardo Miura, y la de Salvador Guardiola Fantoni.
         Los matadores que lidiaron estas reses fueron José Luis Galloso, Paco Bautista, Simón, Dámaso González, Raúl Aranda, Diego Puerta, Antonio José Galán, Mariano Ramos, Manzanares, Paquirri, El Niño de la Capea, Paco Camino, Paco Alcalde, José Luis Parada, y Manolo Cortés.




PINCELADAS


Alcalde.- D. José Arregui Gil

Horario.- Encierro: 8 de la mañana.

Chupinazo.- D. Javier Rouzaut

San Fermín, con solemnidad.- Según una nota litúrgica emitida por el Arzobispado de Pamplona, se comunica que por razones pastorales se da el rango de “solemnidad” al día de San Fermín en la ciudad de Pamplona. Por lo cual todas las misas de la tarde del sábado y del domingo serán propias del Santo, color rojo, con Gloria y Credo, Prefacio de los Santos, de Mártires, o de Pastores.

El Estruendo, consolidado.- Se celebró la noche del día 11 con gran éxito de participación. Los medios de comunicación eran unánimes a la hora de destacar que era un acto este que estaba ya consolidado dentro del programa festivo.

La Vanguardia Española.- Este rotativo catalán dedicó el día 7 de julio su portada a los sanfermines. En ella aparecían cuatro fotos a color: una del cohete, otra del encierro, otra de un vendedor ambulante, y la cuarta de un mozo tocando el bombo (en el bombo se leía Peña El Cierzo – Tafalla’ko).

Bodas de Plata de la Peña Anaitasuna.- Habían pasado ya 25 años desde su fundación. En la actualidad, con nueva sede social en el barrio de San Juan, se veían obligados a trasladarse todos los días en un microbús hasta el centro de la ciudad para asistir a la corrida. 25 años después eran nuevos personajes los que impulsaban la peña; entre ellos estaban algunos castas con Patxi Ichaso, o como Miguel Angel Falces, del que se decía que era el inventor del DIMASU (Día del Marido Suelto).

Club Natación.- Desde el día 6 hasta el 14 de julio la noche de este club estuvo animada por Rumba Tres, Los Dominicanos, Tony Landa, Patxi Andión, Sara Montiel, Juan Pardo, Fórmula V, Los Maniseros de Cádiz, y Basilio.