LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1983

         Después de los lamentables incidentes de 1978, que tuvieron consecuencias preocupantes para el futuro de las fiestas, un lustro después se puede decir tranquilamente que los sanfermines han recuperado su ritmo festivo normal, con un número muy importante de turistas, tanto nacionales como extranjeros, que año tras año bate récords de asistencia.
         Preocupaba todavía, y esto será una constante en años venideros, el clima de politización que se vivía en determinados momentos o en determinados actos; aunque hay que decir, en honor a la verdad, que al final el ritmo de la fiesta arrasaba y hacía desaparecer cualquier síntoma que desde posturas políticas violentas la hiciese peligrar. A pesar de ello, todavía en 1983, el programa festivo llegó a sufrir algún revés, como sucedió con el riau-riau, en donde un grupo de medio centenar de jovenes radicales se empeñaron en entorpecer la marcha a las vísperas con sus pancartas y proclamas de apoyo a los presos encarcelados por terrorismo. Ante estos incidentes, que empezaban ya a ser tradicionales, la banda de música “La Pamplonesa” y la Corporación municipal optaron por retirarse a las siete de la tarde, quedando así suspendido el riau-riau. Únicamente el concejal de Herri Batasuna, sr. Zandueta, hizo el recorrido en solitario vestido de gala, y con el beneplácito de los alborotadores.
         No es fácil describir el clima de desasosiego, indignación e impotencia que vivieron esa tarde los músicos y la Corporación; sirva para ello, como muestra, las declaraciones del Alcalde a los medios de comunicación: No volveré nunca más a un riau-riau. Quiero decirlo públicamente.

         Lo bueno que tienen las fiestas, con su vertiginoso ritmo, es que al día siguiente todo queda en el olvido por imperativo de la actualidad de cada momento festivo. Pese a ello durante la procesión del día 7, fueron miles los pamploneses que en desagravio aplaudieron el paso de “La Pamplonesa”. El propio delegado de la banda, sr. Maritorena, declaraba: Esto demuestra que nuestra decisión de abandonar el riau-riau a las siete de la tarde no solamente ha sido comprendida, sino, además, apoyada. Se noa ponía la carne de gallina al oir los aplausos...

         La procesión de San Fermín tuvo también una importante novedad, como lo fue la presencia de las cruces parroquiales después de diez años de incomprensible ausencia. También se estrenaron, por parte de los portadores del santo, trajes y pelucas de gran sabor dieciochesco.
         No faltaron tampoco las protestas de los concejales de la coalición AP-PDP-UL, de centro derecha, que dirigieron una carta al alcalde protestando por haber consentido que los dantzaris acudieran a la procesión portando la ikurriña.

         El encierro tampoco estuvo exento de chascarrillos; de hecho, el primero de ellos, el del día 7, se inició con tres minutos de retraso, y todo ello a consecuencia de un fallo en el mecanismo del reloj de la torre de San Cernin, que es quien marca el inicio de este acto. ¡Cómo habría sido la noche que hasta el “Gallico” se quedó dormido!, comentaba el Marqués del Arga desde su sección del “Diario de Navarra”.
         Y hablando del encierro, aunque no hubo víctimas mortales, no podemos olvidar la grave cogida que el día 8 sufrió el corredor pamplonés Fernando Lezáun Larumbe, que fue ingresado en estado muy grave. En ese mismo encierro también resultaron empitonados el pamplonés Fernando Alfonso Manterola, y el estadounidense Steven O’Keefe. El encierro del día 9 también se saldó con un herido grave en la cuesta de Santo Domingo; se trataba del joven de Irun, Francisco Javier Igoa.
         Independientemente de la gravedad de las cogidas, no hace falta decir que después del encierro del día 14 son numerosas las madres, y esposas, que respiran con alivio cuando el equipo de carpinteros, coordinados por Javier Pezonaga y por Angel España, proceden a retirar el vallado del encierro a la espera de una nueva edición.

         La Feria del Toro arrancó con la novillada del día 6, en la que los diestros Morenito de Jaen, Jaime Malaver, y Luis Miguel Campano, se las vieron con novillos de la ganadería de Rocío de la Cámara.
         El resto de las corridas contó con la presencia de matadores como Pepe Luis Vargas, “Espartaco”, Tomás Campuzano, José Antonio Campuzano, Morenito de Maracay, Manuel Ruiz “Manili”, José Luis Palomar, Ortega Cano, Luis Francisco Esplá, Paco Ojeda, “El Yiyo”, Ruiz Miguel, Enrique González “El Bayas”, Emilio Muñoz, y “El Niño de la Capea”.
         Frente a este plantel de primeras figuras estuvieron las reses de Pablo Romero, Julio Aguirre, Marqués de Albaserrada, Eduardo Miura, Los Guateles, Marqués de Domecq, Celestino Cuadri Vides, y la de Jandilla.




PINCELADAS


Alcalde.- D. Julián Balduz

Horario.- Encierro: 8 de la mañana.  Corrida de toros: 6’30 de la tarde.

Chupinazo.- Dña. Marisol Elizari

Los precios de las barracas.- Estaban estas situadas en la explanada de la calle Yangüas y Miranda. La mayoría de las atracciones tenian un precio fijo de 50 pesetas; alguna valía más, ninguna menos. Además de eso, sepa el lector que se podía comprar un pollo asado por 600 pesetas, un bocadillo de jamón por 150, o una docena de churros por 75 pesetas.

Equipo médico en la Plaza de Toros.- La enfermería de la Plaza de Toros de Pamplona contaba este año con el siguiente equipo médico: Dr. Armendariz (cirujano), Dr. Domínguez (cirujano), Dr. Ibarra (traumatólogo), Dr. Martínez de Lecea (traumatólogo), Dr. Uriz (anestesista reanimador), Dr. Astiz (anestesista reanimador), Dr. Almaraz (anestesista reanimador), Dr. Bandrés (anestesista reanimador), Dr. Esparza (anestesista reanimador), Dr. Medarde (anestesista reanimador), Enrique Piernavieja (ATS), Rocío del Villar (ATS), y Mª Esther Percáz (ATS de quirófano).

Visitantes conocidos.- Los días 9 y 10 de julio estuvieron presentes en los sanfermines tres ministros del Gobierno de la nación; eran Javier Moscoso (Ministro de la Presidencia), Enrique Barón (Ministro de Transportes y Comunicaciones), y Javier Solana (Ministro de Cultura). Estuvieron acompañados en todo momento por el delegado del Gobierno, Luis Roldán.
         Los días 13 y 14 nos acompañó el Alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, quien a pesar de su edad supo integrarse perfectamente en la fiesta.

La limpieza de la Plaza de Toros.- Además del lamentable espectáculo que ofrecen algunas tribus urbanas que, al acabar la corrida, se introducen en la Plaza de Toros para comer y beber los desperdicios que han quedado en los tendidos, a esto hay que añadir un nutrido equipo de 70 empleados que, invirtiendo cuatro horas de trabajo cada día, dejan la Plaza totalmente limpia y dispuesta para ser usada de nuevo.  Este año se sacaron una media de 18 toneladas de basura... ¡cada día!.

Bibliografía.-
·        ALEXIS. Los sanfermines que yo viví. 99 páginas. Santander, 1983.
·        ARAZURI, José Joaquín. Historia de los Sanfermines. I. 303 páginas. Pamplona, 1983.
·        POOLE, Lucinda. No seas forastero en sanfermines. Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, 1983.
·        URMENETA, Miguel Javier – SALABERRI, Pedro.  Crónica de los sanfermines. 131 páginas. Pamplona, 1983.



OTRAS PUBLICACIONES

Revista "Fiesta" (Madrid) - Año I, Nº 4

.