LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMIN 1929


         Las fiestas de San Fermín, en Pamplona, estuvieron precedidas este año por la celebración en Barcelona de la Exposición Internacional; y precisamente, tan sólo dos semanas antes de los sanfermines se celebró en la capital catalana lo que se conoció como la “Semana navarra”, en la que participó la comparsa pamplonesa de gigantes y cabezudos así como varios grupos folclóricos de la geografía foral. Es así como el 23 de junio, como acto pre-sanferminero, se celebró en la Plaza de Toros de Pamplona, con la única ausencia de los gigantes, una repetición del festival navarro celebrado en la “Semana navarra” de Barcelona, en el que el público asistente tuvo oportunidad de ver una bonita coreografía en la que participaron los grupos de danzas de Baztán, Valcarlos, Ochagavía y de la Soule (Zuberoa), así como los trompeteros del Bearn.

         En otro orden de cosas, y sin tanto folclore, ni solemnidad alguna, en la Plaza del Castillo se inauguraron poco antes de empezar las fiestas los retretes subterráneos. La obra fue llevada a cabo por los contratistas Huarte y Malumbres en un tiempo récord.

         Sepan los amigos de la tauromaquia que este año los aficionados pudieron ver en el coso pamplonés a matadores como Chicuelo, Victoriano Roger Valencia II, Márquez, Marcial Lalanda, Antonio Posada, José García Algabeño, Félix Rodríguez, Manolo Mejías Bienvenida y al mítico Cagancho. De todos ellos, que actuaron con desigual fortuna, es de destacar la figura de Algabeño, y no porque este año lo hiciese bien, que lo hizo, sino por la gran popularidad que gozaba; no hay que olvidar que a este diestro se le veía a diario integrado en las peñas y cuadrillas de la ciudad con las que participaba de la juerga hasta bien entrada la madrugada.
         Las ganaderías que participaron fueron las de José Luis Encinas, Félix Moreno Ardamy, la tudelana de los Hijos de Alaiza, Pablo Romero, Duque de Veragüa, y la de Manuel Blanco.

         El ¡riau-riau! era un acto festivo perfectamente consolidado, y cuando se dice ¡riau-riau! debe de entenderse por la acción de acompañar a la corporación municipal por la calle Mayor, para que asista a las vísperas, mientras se tararea la música del Vals de Astrain finalizando ésta con un sonoro ¡riau-riau!; la prensa destacaba este año el gran éxito que este acto había tenido, aunque insistía, una vez más, en que la multitud de mozos entorpecía la marcha de la corporación.

         Pero de aquellas fiestas el acto más extraordinario, sin duda, fue la colocación e inauguración del monumento al General Sanjurjo; esto sucedió el 13 de julio a las siete y media de la tarde en la calle de las Navas de Tolosa. El busto de bronce, como los dos relieves que aparecían en el pedestal, fueron realizados por el escultor roncalés Fructuoso Orduna.
         Estaba previsto que a la inauguración del monumento asistiese el propio Sanjurjo, pero una inoportuna enfermedad hizo que fuese su hijo Justo Sanjurjo quien le representase en tan solemne acontecimiento. Desfiles militares, discursos oficiales y una gran presencia popular fueron los condimentos de aquél acto.
 
         Y sin abandonar el estamento militar, hay que reseñar que en las semanas previas a los sanfermines España entera estuvo pendiente del desenlace del fustrado vuelo, a bordo del bimotor “Dornier 16”, con el que se pretendía enlazar por vía aérea Madrid con Nueva York; cuando ya toda la nación daba por perecidos a los aviadores tripulantes, la noticia de su hallazgo, y vivos, hizo que en toda la geografía española se celebrase este acontecimiento. Entre los supervivientes estaba el navarro Julio Ruiz de Alda.
         En medio de todas estas circunstancias, y en este ambiente de euforia, es cuando el 11 de julio llega a Pamplona el aviador Ruiz de Alda. Después de los toros, cuando los pamploneses se dieron cuenta de su presencia, se improvisó una multitudinaria manifestación ante la casa del aviador Ansaldo, donde se alojaba, ovacionándole y vitoreándole con tal entusiasmo que don Julio se vio obligado a salir al balcón para saludar a la concurrencia.


PINCELADAS

Alcalde.- D. José Sagardia

Horario.- Encierro: 7 de la mañana.  Corrida de toros: 5’30 de la tarde.

Programa comercial.- En vísperas de fiestas salió a la venta una guía-programa de los sanfermines editada por don Juan Moreno Casado. Su perseverancia en la elaboración de este programa alternativo de fiestas en los últimos años hizo que los pamploneses denominasen popularmente a este folleto como la Guía del Moreno.

Zaragüeta, fotógrafo y artista.- El mismo 6 de julio, víspera de San Fermín, fallecía en Pamplona el conocido fotógrafo Agustín Zaragüeta Colmenares. Aunque guipuzcoano de nacimiento, cabe hablar de Zaragüeta como uno de los pioneros navarros en el mundo de la fotografía. Después de haberse formado profesionalmente en Paris, ligado siempre a la figura de Leopoldo Ducloux, instaló su estudio en Pamplona a finales de los años sesenta del siglo XIX, concretamente en el número 31 de la Plaza del Castillo.
         Este día 6 las fiestas de San Fermín iniciaban su andadura marcadas por la desaparición de quien fue capaz de inmortalizar durante sesenta años numerosos momentos e instantes que hoy nos sirven para conocer y percibir mejor la realidad sanferminera de aquella época.
         Tras su fallecimiento fue su hijo Gerardo quien se hizo cargo del gabinete fotográfico.

Homenaje al compositor Arrieta.- La Plaza de Toros de Pamplona sirvió de escenario, a las once de la noche del 10 de julio, para el homenaje musical que se tributó al compositor navarro Emilio Arrieta. Este acto contó con la participación del tenor Hipólito Lázaro y de un brillante elenco de cantantes y coros del Teatro Real de Madrid, estrenándose en el coso taurino pamplonés la ópera “Marina”.

¡Viva el Marea!.- Los mozos de la Peña Aurrera sacaron este año en el coso pamplonés una pancarta con el texto ¡Viva el Marea!. Este vítore era el que empleaba habitualmente en sus escritos el cronista taurino del “Diario de Navarra” después de narrar las desastrosas faenas de los toreros de turno. Este periodista firmaba con el pseudónimo “Ch”, firma ésta que también figuraba en la pancarta. Otra peña que destacó este año fue La Polar.

Otros visitantes.- A estas fiestas vino el famoso escalatorres Nestor López, que ascendió por la fachada del número 44 de la Plaza del Castillo en medio del regocijo popular.
         Entre los espectadores que asistieron el día 13 al concierto de doña Conchita Supervia se encontraba el afamado maestro compositor don Federico Moreno Torroba. El público, al advertir su presencia, le obsequió con una prolongada ovación.