LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1949


         El disparo del chupinazo a cargo del teniente de alcalde, y presidente de la Comisión de Fomento, don José Mª Martinicorena, puso en marcha el día 6 todo el mecanismo festivo.
         Como ya iba siendo habitual, tras el estallido del chupinazo las bandas de música –desde los gaiteros hasta las bandas militares- desfilaban conjuntamente, en plena acción, hasta la Plaza del Castillo en donde, desde la esquina de Diputación, se dispersaban repartiendo el ambiente por toda la ciudad anunciando la buena nueva de que las fiestas habían comenzado ya.

         Lo primero que llamó la atención este año fue el importante incremento de extranjeros que se habían acercado a nuestras fiestas, fundamentalmente franceses, aunque tampoco faltaban buen número de norteamericanos, ingleses, alemanes, italianos...; precisamente de estos últimos vino desde Milán un autobús repleto de milaneses ávidos de conocer los sanfermines. Y es que las fiestas de Pamplona eran ya las más internacionales de cuantas existían en el orbe. Baste conocer que los argentinos celebraron en Pamplona la fiesta de la Independencia, y que entre ellos estaba el vicecónsul y el exministro argentino de Industria y Comercio, el señor Lagomarsino.
         Tampoco faltaron periodistas de diferentes países, llamando la atención alguna guapa periodista que vino desde Estados Unidos deseosa de aprender a torear y de poder ver, con sus propios ojos, un encierro.
         La que también debía de ser muy guapa, y en esto eran unánimes todos los periodistas pamploneses –pertenecientes todos al sexo feo-, era la señorita Hady Díaz de Acevedo, corresponsal en Europa del periódico bonaerense “Crítica” que, según confesaba, se acercó a Pamplona atraída por el renombre internacional que habían alcanzado por todo el mundo los sanfermines. Preguntada por un colega pamplonés acerca de su opinión sobre el encierro, ésta respondió con franqueza: para mí solo hay un argumento para entender que los mozos arriesguen su vida delante de los toros: la vitalidad de una raza fuerte, incontaminada (...), no puede haber más argumentos, sino sensibilidad pura, reciedumbre de carácter.

         Por lo demás, las fiestas transcurrieron con normalidad. La nota más curiosa, y más novedosa, fue la decisión de las peñas de acompañar a San Fermín durante la procesión. Una vez tomado este acuerdo, se reunieron el día 3 los presidentes de las ocho peñas en el local del Oberena (Zapatería, 40) para perfilar todos los detalles. Lo acordado fue juntarse el día 7, a las nueve y media de la mañana, en la Plaza Consistorial con sus pancartas y sus músicas para esperar a la corporación y acompañarles, alegremente, hasta la iglesia de San Lorenzo. Allí esperarían en el exterior, haciendo pasillo de honor, la salida del santo patrono, ante cuyo paso se arrodillarían y rezarían por el buen desarrollo de las fiestas. Seguidamente los presidentes de cada peña, ataviados con la indumentaria festiva, acompañarían a San Fermín en todo su recorrido procesional flanqueando las andas.
         Sin embargo, llegado el momento, la intensa lluvia que en ese momento caía sobre la ciudad desde la hora del encierro, obligó a suspender la procesión y, en consecuencia, todo lo preparado por las peñas. Cierto es que finalmente la procesión se celebró el día 10, y que las peñas estuvieron presentes, pero ya de una manera mucho más desorganizada y acusando la intensidad de la fiesta.

         Por lo que respecta a las corridas de toros, la verdad es que hubo de todo y para todos los gustos. En la corrida del día 7, según decían algunas crónicas, lo mejor y lo más aplaudido fue la actuación de los gaiteros, especialmente cuanto tocaron el zortzico “Maite”, coreado con gran regocijo por toda la mocina. El día 8 brilló con luz propia el Duque de Pinahermoso, que rejoneó un novillo de su propiedad. Por lo demás, participaron en esa feria los matadores Julián Marín, Pepe Dominguín, Luis Miguel Dominguín, Parrita, Rafael Llorente, Manolo González, Paquito Muñoz y Rovira (este último sustituyó a Manuel Dos Santos); y se lidiaron ganaderías del Marqués de Villamarta, Sánchez Fabres, Antonio Urquijo, Salvador Guardiola, José Escobar y Leopoldo Lamamie de Clairac.
         De obligada mención es la novillada del día 11, en la que debutaron en la plaza pamplonesa tres novilleros llamados a triunfar: Miguel Baez Litri, Antonio Ordóñez Niño de la Palma, e Isidro Marín. ¡Y vaya si triunfaron!.


PINCELADAS

Alcalde.- D. Miguel Gortari

Horario.- Encierro: 8 de la mañana.  Corrida de toros: 6’30 de la tarde.

Chupinazo.- D. José María Martinicorena

Revistas.- Era bastante habitual que al llegar las fiestas, ante su inminente comienzo saliesen a la luz algunas revistas dedicadas a los sanfermines. Así pues, este año la revista “Pregón” sacó un número extraordinario sobre las fiestas de Pamplona, con algo más de cien páginas; “San Fermín” salió de nuevo a la calle con abundantes artículos, poesías y fotografías de los sanfermines, editada por don Manuel Sanz y por don José J. Michelena; y, finalmente, el Club Taurino de Pamplona editó la revista “Navarra taurina”, estrenándose como tal en el mercado de las publicaciones.
         Otra revista sanferminera que salía todos los años, y este también, era “Chakain”, con la salvedad que estaba dedicada a las Fiestas de San Fermín... ¡de Lesaca!.

La misa de las peñas.- Con el respaldo de todas las peñas, la del Oberena organizó para el día 7, a las siete de la mañana, una misa ante San Fermín para empezar las fiestas como Dios manda. La iniciativa surgió, años atrás, de la Juventud Masculina de la Acción Católica.

Media docena de almohadillas.- Bajo el título Un fresco, “El Pensamiento Navarro” daba cuenta el día 8 de la detención, por parte de un guardia municipal, de un individuo en la calle Espoz y Mina, que se llevaba a escondidas media docena de almohadillas de la Plaza de Toros. Estos días hay gente para todo, decía el rotativo navarro.

“Railly Aéreo Internacional”.- El día 9 se cubrió la etapa Madrid – Pamplona de este acontecimiento deportivo organizado por el Aero-Club de España. Al campo de Noain llegaron este día 93 avionetas cuyos ocupantes eran en su mayoría extranjeros.