LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1941


         Pamplona, y la nación entera, vivía tiempos duros; la guerra pasaba factura y, en consecuencia, la economía se resentía y tambaleaba. Uno de los sectores más afectados era el del papel; bastaba ver a “El Pensamiento Navarro” como sintetizaba toda su información, reduciendo la letra, en una sola hoja. Los programas de fiesta de los sanfermines contaron, tanto el año anterior como este, con una tirada más reducida que de costumbre.
         A pesar de ello, Pamplona en vísperas de San Fermín veía cómo en la Plaza del Castillo se inauguraban con toda solemnidad, burlando a la crisis, dos nuevos establecimientos, muy próximos el uno al otro: por un lado estaba la casa de vinos y licores “Solera” (las iniciativas de don Ignacio Baleztena siempre dejaban huella), y por el otro lado don Felipe Gómez Alonso inauguraba el 3 de julio la “Editorial Gómez”, un establecimiento que ejercía las funciones de librería, papelería e imprenta.

         Por vez primera en la historia el chupinazo, éste se lanzó desde un balcón del Ayuntamiento, y tuvo ese honor el primer teniente de alcalde don Joaquín Ilundain; le acompañaron en el balcón el Gobernador civil (Sr. López Sanz), el alcalde, concejales, periodistas, y varias señoritas.
         Tras el protagonismo que tuvo Navarra entre 1936 y 1939, en las fiestas de Pamplona no faltaban los visitantes ilustres; los de este año fueron, entre otros, el doctor Escobar (embajador de Argentina en España), don Romualdo de Toledo (Director General de Primera Enseñanza), don Federico Mayo (Director del Instituto de la Vivienda), y don Juan Angel Ortigosa (Subsecretario de Justicia). Tampoco hay que olvidar al alcalde de Bilbao, don Tomás Pero-Sanz, que visitó la ciudad el día 12 y se trajo consigo a otros dos concejales y... a la Orquesta Municipal de Bilbao, la cual nos deleitó a los pamploneses con un concierto en el Gayarre.
         El alcalde bilbaíno, a diferencia de los otros ilustres, tuvo el bonito detalle de entregar un donativo de 500 pesetas, destinado a los asilados de la Santa Casa de Misericordia.

         En el coso pamplonés se pudo ver este año a Marcial Lalanda, Curro Caro, Pepe Luis Vázquez, Juan Belmonte (hijo), Rafael Ortega Gallito, Bienvenida y Francisco Martín Vázquez. Las ganaderías fueron las de Villagodio hermanos, Arturo Cobaleda, Carmen de Federico, y la de Ignacio Sánchez.
         Para el día 10 estaba programada una novillada a cargo de Manuel Alvarez El Andaluz, Antonio Mejías Bienvenida y Julián Marín; pero todo quedó trastocado, pues Bienvenida (que resultó cogido en Granada) tuvo que ser sustituido por Pedro Barrera, y por si el cambio no fuera suficiente, la lluvia obligó a aplazar la corrida, celebrándose esta novillada el día 12 con reses de la ganadería de Clairac.


MANUAL PARA CREAR UNA PEÑA SANFERMINERA
 
         Definición.- “Peña”, o “cuadrilla”, es un núcleo de mozos de temple que durante una semana canta, baila y brinca, que no duerme, que se acerca a los toros mucho más que las “cuadrillas de coletudos”, y que inunda la Ciudad de alegría, dando la pincelada de celebridad y de tipismo incopiable a las fiestas de San Fermín.

         Instrucciones.- Una cuadrilla para poder desenvolver sus actividades necesita una porción de elementos. Entre los más destacados figuran:
         1º.- Una música de viento; cuanto más aire y más fuerte, mejor.
         2º.- Un gran letrero hecho sobre tres o cuatro metros de tela blanca y sostenido por dos sólidos listones, en el que conste el nombre de la agrupación y en el que aparezcan algunos dibujos, más o menos alegóricos, de toros.
         3º.- Un par de garrafones de unos veinte litros de cabida cada uno.
         4º.- Dos canastos.
         5º.- Un número indeterminado de sombreros de segador.
         6º.- Un número, también variable, de castañuelas, y
         7º.- Una o dos sombrillas anticuadas.

         Claro que, no todos esos elementos tienen el mismo valor. Los hay, como las sombrillas, las castañuelas y los sombreros, de los que se puede prescindir. Aunque no sin grave detrimiento del dinamismo de las cuadrillas, tal vez pudiera prescindirse así mismo de los canastos, de los garrafones y del letrero. Pero hay un elemento esencial, imprescindible, vital, en una palabra; es la música. De su existencia depende la de la cuadrilla, y de su resistencia el éxito. Para lograrlo no es preciso que los músicos sean artistas consumados; el busilis del triunfo no radica precisamente en la mayor o menor erudición artística de la Banda, sino en su capacidad pulmonar, en el mayor aguante para soplar hora tras hora, galvanizando a la cuadrilla con el “Uno de enero”, el “Se muere mucha gente”, el “Nos han dejau solos”, el “Riau Riau” y tantas otras tonadillas evocadoras de la tierra.

                                                                      (Julio, 1941)

PINCELADAS

Alcalde.- D. José Garrán

Horario.- Encierro: 7 de la mañana.  Corrida de toros: 5’30 de la tarde.

Chupinazo.- D. Joaquín Ilundain

Horarios comerciales.- La Inspección Provincial, en virtud de las atribuciones concedidas por la Superioridad, de acuerdo con el Excmo. Sr. Gobernador civil, y previo asesoramiento de la Central Nacional Sindicalista, estableció que durante las fiestas de San Fermín el comercio, en general, tuviese los siguientes horarios: Día 6, cerrado; días 7, 8, 9, 10 y 13, abiertos hasta la una de la tarde. Los demás días permanecerán abiertos de nueve a diecinueve horas, concediéndose a la dependencia dos horas para la comida.

Gran Exposición Misional.-  Estuvo colocada durante las fiestas en el claustro de la Catedral de Pamplona. En ella los pamploneses pudieron ver una amplia muestra de objetos y material relacionados con diferentes misiones de todo el mundo en las que estaba presente algún navarro.

Moncayola.- Era un personaje entrañable, sobre todo para los corredores del encierro, de quienes tantos disgustos libraba a diario desde su oficio de pastor en el encierro pamplonés. La prensa navarra le tributó este año su particular homenaje insertando en sus páginas unas líneas de reconocimiento hacia él: (...) Moncayola, valor navarro y defensa encarnizada del prójimo, es un mozo más en nuestras fiestas, que con su serenidad y valentía vela por la suerte de los otros mozos temerarios. A sus desvelos, a la oportunidad de sus afortunadas intervenciones, a las faenas providenciales que realiza con su blusa y su valor, correspondemos nosotros dedicando este pequeño homenaje porque, como decimos, Pamplona debe gratitud al bravo Moncayola, al que tributamos nuestra felicitación y nuestro aplauso por ser un héroe de nuestras fiestas y el pastor valiente que está siempre al quite.

Peñas sanfermineras.- Aunque no eran las únicas, entre las más bullangueras estaban las peñas Muthiko Alaiak, La Jarana, Los Iruñako (con sede en el nº 58 de la calle San Gregorio) y Oberena (se estrenaron en estos sanfermines; tenían su sede en la calle Zapatería, nº 40).

Caravinagre y Verrugón.- La comparsa de gigantes y cabezudos amplió este año la familia con estas dos entrañables figuras y con dos nuevos zaldikos.

Bibliografía.-
·        SUSAETA, Raimundo.- Firmino. Editorial Gómez. Pamplona, 1941.