LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1906


         Las fiestas de este año vinieron precedidas de una viva polémica causada  por la decisión de la parroquia de San Lorenzo de tapiar la puerta de acceso al templo ubicada en la fachada de la calle Mayor. La obra se realizó durante el primer semestre de este año, y estuvo justificada en el abundante frío que por ella entraba durante el invierno. Por ella había entrado hasta entonces el consistorio cuando acudía a las vísperas, a la procesión o a la octava... y este año no iba a ser así. La polémica suscitó enfrentamientos dialécticos entre “El Pensamiento Navarro” y “La Tradición Navarra”, entre éstos y el Ayuntamiento, entre los propios concejales, y entre la ciudadanía y el consistorio. Finalmente algún periódico se vio obligado a hacer una defensa a ultranza de la Capilla de San Fermín ante las insinuaciones de algún político de trasladar a la Catedral la imagen del santo. Pese a todo las fiestas transcurrieron en paz.

         Pero lo que realmente marcó el inicio de las fiestas fue el cambió de nombre de la calle Pellejerías, a quien, en solemne ceremonia, el 6 de Julio –después de las vísperas- el Ayuntamiento sustituyó por la nueva denominación de calle Jarauta y Villar (la denominación popular olvidó enseguida al segundo titular), en atención y homenaje a dos señores, así apellidados, y ya fallecidos, que habían tenido a bien dejar sus apetitosas fortunas a la Casa de Misericordia.

         Todo parece indicar que, por vez primera, se editaron dos programas de fiestas: uno oficial, del Ayuntamiento, elaborado en la pamplonesa imprenta de la Vda. dE Velandia; y el otro, comercial, editado por el Centro de suscripciones de los señores González y Compañía. A partir de este año, y durante el resto del siglo, esto se convierte en una práctica habitual.

         El encierro se había convertido ya en un acto de gran atractivo. La prensa nacional habla ya del encierro de Pamplona al que califican de un acto único en España. Entre todo lo que se publica merece especial atención un artículo descriptivo que, sobre el encierro, publicó un periódico de Madrid al finalizar nuestras fiestas; se trata de un artículo sensacionalista y exagerado que no tiene desperdicio y que reproducimos parcialmente: “Aquí (en Pamplona) no hay garrochistas, ni jacas valientes, ni prudencia que despeje las calles. El encierro es un espectáculo en el que muchos pamploneses son actores, y estos mozos, tan poco toreros, desafían a la muerte con una alegría y una temeridad admirables. Desde el corral a la Plaza, en todo el trayecto que han de recorrer las reses, hay centenares de criaturas. Los balcones se llenan de curiosas comodonas; tras las vallas que cierran las bocacalles se apiña la multitud; y en el circo se apretuja un público vocinglero, colmando los palcos, los tendidos, el callejón... Unos guardias que lucen relucientes tricornios pasean con magestad por el redondel. Los hombres comen, beben y cantan; la chiquillería grita; las hembras disfrazan su ansiedad y su emoción riendo locamente por todo...”

         Por lo demás las fiestas son similares a ediciones anteriores: Sarasate en los conciertos matinales, las casetas para la venta de ajos en la plaza de Recoletas, el Ferial de Ganados junto al portal de San Nicolás. La novedad de este año es el Batallón Infantil de niños uniformados que desfiló por las calles y se exhibió en la Plaza de Toros.
         De los toros que vinieron este año 18 eran forasteros (pertenecientes a las ganaderías de Saltillo, Muruve y Palha, para la segunda tercera y cuarta corrida) y los otros 9 eran forales (de las ganaderías de Espoz y Mina –todavía en el programa oficial recibían el nombre de Carriquiris- y de la Vda. de Mata –antes Lizaso hermanos-, para la primera corrida y para la corrida de prueba).



PINCELADAS

Alcalde.- D. Joaquín Viñas.

Horario.- Encierro: 6 de la mañana. Corrida de toros: 4’30 de la tarde.

Sanfermines en Logroño, Madrid, Bilbao y San Sebastian.- Era ya tradición en algunas ciudades que los navarros en ellas residentes celebrasen por todo lo alto la festividad de San Fermín; era el caso de Logroño, Madrid, Bilbao y San Sebastian, entre otras. De todas estas celebraciones la más multitudinaria solía ser la de Bilbao, que contaba en su programa con cohetes, gaiteros, procesión, gigantes y cabezudos, misa, globos aerostáticos, banquete y baile.

Monedas falsas.- La autoridad advirtió este año a los comerciantes de la proliferación de monedas falsas de 2 pesetas con la efigie del fallecido Alfonso XII.

Redada policial.- El inspector primero, señor Tomás, acompañado de varios agentes municipales de órden público, de dos números de la Guardia Civil y de un sargento de este cuerpo, hicieron este año una redada en las barracas del Ferial de Ganado contra dos cuadrillas de gitanos. El balance de esta operación fue la incautación de 9 pistolas, 3 revolvers, 29 cuchillos, 3 lanzas, 1 podadera, 12 navajas, 1 llave gazúa y 2 navajas de afeitar. Este mismo equipo de agentes detuvo también, durante las fiestas, a un total de 90 carteristas.

Recaudación.- La recaudación obtenida por el Ayuntamiento en las corridas de toros alcanzó la cantidad de 115.141 pesetas. Los gastos ascendían a 111.000 pesetas. Resultando, por lo tanto, un beneficio de 4.141 pesetas, que el Ayuntamiento ingresó, como de costumbre, en las arcas de la Casa de Misericordia.




 ENTRADAS DE LAS CORRIDAS DE TOROS