LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1986

         No se sabe bien por qué motivos, pero lo cierto es que las fiestas de este año acusaron un cierto descenso del número de turistas extranjeros, y eso se notó un poco. No por ello la fiesta perdió su encanto ni su esencia.
         A cambio, lo que si hubo estos sanfermines fue un importante incremento de punkis y de otros elementos de variadas tribus urbanas, que generaron crispación, altercados, y un cierto malestar entre la población local. El mismo día 5 la calle Navarrería fue el escenario de una importante pelea entre punkis y gitanos, despues de sorprender estos últimos a los primeros intentando robarles un coche. Durante las fiestas un grupo de punkis entró en la catedral y escenificó una parodia religiosa, teniendo que huir ante la presencia policial. El día 9, descontentos con el trato informativo que recibian desde las páginas de “Diario de Navarra”, una treintena de punkis ocupó los locales que este rotativo tiene en la calle Zapatería, de donde salieron esposados por la Policía Municipal. Y la guinda la pusieron en la calle Calderería cuando intentaron volcar una ambulancia de la Cruz Roja, en la que causaron importantes desperfectos, mientras los socorristas atendían a una persona en esa calle.

         Por lo demás, es especialmente reseñable la suspensión, una vez más del riau riau, por las razones de siempre, es decir: entorpecimiento del paso de la comitiva de autoridades y músicos a la altura de San Saturnino mientras se lanzan proclamas pro amnistía por parte de grupos de extrema izquierda. Era evidente que Julián Balduz, durante su etapa de alcalde (este era el último año de la legislatura) no había tenido mucho éxito con este acto. El futuro del riau riau empezaba a preocupar.

         Los festejos taurinos estuvieron marcados por la normalidad. El día 6 se celebró la tradicional novillada, con reses de Santiago Domecq Bohórquez, en la que intervinieron Fernando Lozano, Rafi Camino y Miguel Baez “Litri”.
         En la Feria del Toro los 48 toros se repartieron entre 18 matadores de toros, que fueron:  Tomás Campuzano, Víctor Méndez, Vicente Ruiz "El Soro", José Antonio Campuzano, José Ortega Cano, Lucio Sandin, Pedro Moya “El Niño de la Capea”, Antonio Ruiz “Espartaco”,  José Mª Manzanares, Julio Robles, Luis Francisco Esplá, Pepín Jiménez, Emilio Oliva, Emilio Muñoz, Francisco Ruiz Miguel, Dámaso González, Roberto Bermejo, y José Luis Galloso.
         Las ganaderías presentes este año fueron las de  José Murube Escobar, Salvador Guardiola Fantoni,  José Luis Osborne Vázquez, José Cebada Gago,  Fermín Bohórquez, Marqués de Domecq, Joaquín Manuel Murteira Grave, y la de Eduardo Miura.

         Los encierros dejaron a su paso a algunos heridos por asta de toro: el día 10 las reses de Cebada Gago mandaron a cuatro mozos al Hospital (Iosu Aristu, José Javier Galindo, José Luis Delgado, y el súbdito noruego  Eivind Lorentzen); el día 12, en un larguísimo encierro que duró nada menos que 7 minutos y 58 segundos, fueron corneados otros dos mozos (Carlos Erdozain y Javier Colomo).
         Anecdótica, dentro de la historia del encierro, es la denuncia que interpuso el Ayuntamiento de Pamplona contra quienes arrojaron agua desde un tercer piso de una casa de la calle Espoz y Mina, durante el encierro del día 11. El consistorio se limitó a hacer cumplir la ley, en este caso con el visto bueno de los corredores que minutos después del encierro se concentraron debajo del balcón para mostrar su rechazo a la imprudente acción de sus inquilinos.

         La procesión, los fuegos, los gigantes, las barracas, el encierrillo, el apartado, el circo, las peñas, los trofeos, la corrida vasco landesa, el “Gallico de Oro” de Napardi (este año para Alfredo Landa), el concurso de recortadores, las dianas, los festivales de las mañanas, las jotas de la Taconera, el encierro txiki... todo funcionó con normalidad. Y este es el mejor síntoma de que las fiestas gozaban de buena salud.




PINCELADAS


Alcalde.- D. Julián Balduz

Horario.- Encierro: 8 de la mañana.  Corrida de toros: 6’30 de la tarde.

Chupinazo.- D. Joaquín Salanueva

Ernest Hemingway.- Se conmemoraba este año el 25 aniversario de su fallecimiento. El 1 de julio se inauguró una exposición en la Ciudadela con fotografías y recuerdos personales del escritor norteamericano con motivo de esta efeméride. Empezaba a ser normal ver en los sanfermines a algunos “dobles” de Hemingway.

El rodillo de los sanfermines.- Desde el día 6 de junio hasta el 6 de julio la oficina de Correos de Pamplona empleó un rodillo, con motivos sanfermineros, para matasellar las cartas. En este rodillo aparecía representado el dibujo del sello emitido en 1984 sobre el encierro.

Sanfermines en Salou.- La localidad tarraconense de Salou, visitada masivamente por los pamploneses durante la época estival, también celebraba sus propios sanfermines. Este año hubo hasta tres programas paralelos en esa localidad. Una conocida discoteca conmemoró los sanfermines soltando una vaquilla en su recinto. Por otro lado la Comunidad Navarra de Salou también llevó a buen término un apretado programa de actos. Finalmente, el bar restaurante San Fermín convocó su propio programa para los días 6, 7, 8, 11, 12, 13, y 14.

¡Calderete!.- Se puede decir que todas las fiestas de San Fermín tienen su canción popular. La moda de este año fue la canción Calderete, popularizada por el conjunto donostiarra “Gamberros Unidos”.

La fuga de la vaquilla.- El encierro del día 8 pasará a la historia, sin duda, pero no por los toros, sino por una vaquilla. Lo que sucedió es que una de las vaquillas que se sueltan en la plaza después del encierro saltó la barrera y salió del recinto taurino por la puerta del callejón, abierta en ese momento.
         Por las calles Cortes de Navarra y Estella el animal fue hasta la avenida del Ejército y, desde allí, por Antoniutti, bajó por la cuesta de la Reina hasta la Rochapea, en donde fue capturada por los pastores en las inmediaciones del convento de las Oblatas, en la avenida de Guipúzcoa.

Una monada de detenido.- Los sanfermines son los sanfermines, y no hay que darle más vueltas. Sólo en estas fiestas es explicable el hecho de que entre los numerosos detenidos hubiese un chimpancé. Y todo por que no tenía documentación.
         La detención del animal fue posible gracias a la denuncia interpuesta por dos ecologistas contra un individuo que portaba al animal por la vía pública.