LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1934


         La  instalación del recinto ferial anunciaba siempre el inminente comienzo de las fiestas. Este año, como la mayoría de los anteriores, las barracas se colocaron en los terrenos del antiguo Ensanche. Entre otras cosas, podían visitarse en sus instalaciones: 6 puestos de caramelos, refrescos, aparatos de fuerza, etc.; 1 circo; 8 churrerías; 3 puestos de bebidas y gaseosas; 13 casetas de tiro; 14 puestos para carrouseles, tobogán y caballitos; y 20 casetas para venta de quincalla y dulces.
         En la Plaza de Recoletas estaban las casetas para la venta de ajos y vasija.
         La Feria de Ganados tuvo en principio una ubicación incierta; en un principio se decidió que se colocase en el Sario, pero después de muchos debates, protestas y posicionamientos fue instalada en el “Soto de Rotazar” (se denominaba así al soto existente entre el puente de Errotazar y el de San Pedro, próximo al Molino de Alzugaray).

         Por otro lado, y coincidiendo con las fiestas, la Comisión de Fomento del Ayuntamiento de Pamplona organizó la denominada “Exposición del Viejo Pamplona”; en ella se podían ver programas de fiestas antiguos (no olvidemos que el primero salió en 1881), carteles, fotografías, periódicos del siglo pasado, folletos, bandos, anuncios de actos religiosos y un largo etcétera. En el año 1921 se hizo una exposición similar, repitiéndose la experiencia en otros sanfermines posteriores.

         Así es como llegó el mediodía del 6 de julio. Los chupinazos, desde diferentes puntos de la ciudad, y el desfile de las músicas, marcaron el inicio de las fiestas.
         A las cuatro y media de la tarde una multitud enorme se congregó en la Plaza del Ayuntamiento. Desde allí, acompañados musicalmente por la banda municipal se dirigieron en alegre comitiva, tarareando el “Vals de Astrain” y cantando ¡riau-riau!, hasta la Capilla de San Fermín. Faltaba la corporación municipal, más preocupada en mantener su coherencia política en medio de unas fiestas religiosas, pero... no importaba, así había más sitio.

         Durante las fiestas, tampoco entonces estaban todos: faltaban los presos políticos. De las torres de San Cernin / llegan sonidos de plata / que animan los corazones / que la alegría desatan; así empezaba su poema “Mañana de San Fermín” un preso de la cárcel de Pamplona, quien, entre rejas, sintió y vivió sus primeras fiestas en cautividad a causa de sus ideas políticas; se llamaba aquél muchacho Jaime Del Burgo.

         La feria taurina estuvo animada. Pamplona vibró el día 10 con la apoteósica reaparición de Juan Belmonte; y admiró el bonito gesto de Carnicerito  de Méjico, que vino a Pamplona por el mismo precio que el año anterior, un gesto que le honra, aunque no por ello se libró de una aparatosa cogida durante la corrida de prueba; a cambio, Carnicerito triunfó en la corrida del día 15 de julio.
         Otros matadores de toros que participaron ese año, además de los dos mencionados, fueron: Armillita chico, Ortega, Maravilla, Barrera, Ballesteros, Colomo, Gallo y La Serna. Las ganaderías que estuvieron presentes fueron las de Villamarta, Blanco, Cobaleda, Pedrajes y Concha Sierra.
         En un principio lo programado era que hubiese corrida los días 7, 8, 9 y 15 de julio, pero en el último momento –con la suficiente antelación como para que figurase el el programa oficial impreso- se añadió una quinta corrida el día 10 que permitiese al público pamplonés ver la reaparición en este coso de Juan Belmonte.
         Para rellenar el vacío existente entre los días 10 y 15 la Casa de Misericordia organizó dos novilladas los días 13 y 14. La primera de ellas, con ganado de don Corrado Esparza, de Santacara, contó con la participación del novillero local Rafael de la Fuente Rafa y de la señorita torera Pepita Moreno (que venía de cortar cuatro orejas en Haro). En la segunda novillada se despacharon cuatro becerros de don Fernando Navarro, de Ejea de los Caballeros, a cargo de las hermanas Enriqueta y Amalia Palmeño.

         Entre las personas que nos visitaron, que fueron muchas, pudo verse al señor Muga (Gobernador civil de Guipúzcoa), al señor Ercoreca (Alcalde de Bilbao) y a la familia del señor Salazar Alonso (Ministro de la Gobernación).


PINCELADAS


Alcalde.- D. Nicasio Garbayo

Horario.- Encierro: 7 de la mañana.  Corrida de toros: 4’30 de la tarde.

Bibliografía.-
·        PREMÍN DE IRUÑA (pseudónimo de Ignacio BALEZTENA). Los gigantes de Pamplona. 80 páginas. Pamplona, 1934.

“Vida Navarra”.- Con este título salió para fiestas una revista publicada por don Ceferino Elso, con interesantes reportajes sobre los sanfermines. La publicación, impresa en los Talleres Tipográficos de “La Acción Social”, presentaba una artística portada, obra del dibujante pamplonés José Luis Elvira.

Programa de fiestas.- Salió a la venta el domingo 24 de junio. Se podían adquirir al precio de costumbre en la Inspección de la Guardia Municipal.

Peña Denak Bat.- Fueron sin duda quienes más animaron este año las fiestas participando activa e incansablemente con su charanga. Según informa “El Pensamiento Navarro” los miembros de esta peña recorrían las calles de la ciudad llevando dos de los antiguos gigantes y un cabezudo.

Dobladores.- Actuaron este año Chele y el Chico de Olite.

Sanfermines en Santander.- El barrio de la Enseñanza, en la ciudad de Santander, celebraba tradicionalmiente las fiestas en honor a San Fermín, lo cual se traducía en unas fiestas de gran sabor navarro. La recaudación de las verbenas de estas fiestas se destinaba a la Caridad de Santander.

Año 1934 - Barrio de la Enseñanza (Santander). Fiestas en honor a San Fermín

Ruperto Bellville.- Allí donde lo ven, con ese nombre y con ese apellido, este señor era un ciudadano inglés que desde hace varios años venía acudiendo ininterrumpidamente a los sanfermines. El asunto, ya pintoresco de por sí, tiene su gracia en que este mister venía desde Londres hasta Pamplona en su avioneta particular, y en seis horas y media (haciendo una pequeña  escala en Paris).

Don Ignacio Baleztena.- Es uno de esos personajes entrañables estrechamente ligado a las fiestas de San Fermín. Inventó la diana “levántate pamplonica...” y la canción del “uno de enero, dos de febrero...”; y por si esto no fuese suficiente huella, podemos decir de él que fue el impulsor del ¡riau-riau!, y fundador en 1931 de la Peña Muthiko Alaiak.
         A las fiestas de este año aportó un interesante libro sobre los gigantes de Pamplona. Ofreció una conferencia en Radio Navarra, el día 9, sobre la historia del encierro. Eran tan sólo dos valiosas  aportaciones de las muchas que nos ofrecía cada año en los medios de comunicación, como investigador, sobre los sanfermines. Se le conocía popularmente por su pseudónimo: Premín de Iruña.