LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1921

         A principios de este año se habían iniciado los trabajos de construcción de la nueva Plaza de Toros. Había quedado más que demostrado que la plaza actual se había quedado pequeña, siendo habitual en los últimos años que tanto en el encierro como en las corridas de toros se colgase el cartel de “no hay billetes”, dejando en la calle a numerosos aficionados y propiciando el incremento de la práctica ilegal de la reventa de billetes. Sirva como dato que en estas fiestas de 1921 fueron detenidos nada menos que siete individuos acusados de revender entradas, un número totalmente desproporcionado a las detenciones ocasionales que llegaron a producirse en los años precedentes. No hay que olvidar tampoco que Pamplona contaba en esos momentos con una población de 31.000 habitantes a los que había que añadir varios miles más cuando llegaban las fiestas de San Fermín.

         Por lo demás, las fiestas de este año transcurrieron con total normalidad. El diestro Sanchez Mejías fue sustituido a última hora por Varelito (3 corridas y la de prueba) y por Granero (1 corrida). El cartel definitivo quedó de la siguiente manera: día 7: Belmonte, Dominguín y Granero, con toros de la ganadería de Villar Hermanos; día 8: Belmonte, Varelito y Dominguín, con reses de Félix Moreno; día 9: (prueba) Belmonte, Varelito, Granero y Dominguín, con toros forales de Cándido Díaz; día 10: Belmonte, Varelito y Granero, con morlacos de la ganadería del Marqués de Guadalets; y día 11: Belmonte, Varelito y Granero, con reses de Santa Coloma.
         La feria fue más que floja, siendo lo más destacable la tremenda pitada que recibieron los diestros durante el paseíllo del día 9 como premio a su actuación en los días anteriores. El día 10, fue tal la aglomeración, que fue necesario retrasar quince minutos el inicio de la corrida, a la espera de que todos se acomodasen. Se calculó que ese día pudieron llegar a ser miles los aficionados que se quedaron sin poder entrar.

         Pero vamos a fijarnos en la que fue la última corrida, o, mejor aún, la última actuación que se celebró en la vieja Plaza de Toros dentro de las fiestas de San Fermín (todavía hubo una novillada el 24 de julio). Fue el día 11. El último en torear fue Granero, haciéndolo con un morlaco de la ganadería de Santa Coloma. El cronista de “El Pensamiento Navarro” describió así su faena: empezó confiado, pero se descompuso al matar, y aquello se hizo pesadísimo. Necesitó cuatro pinchazos malos, y cuatro intentos de descabello, para deshacerse de un toro bravo y sin la menor mala intención. Con el capote ha sido el amo, pero eso no es bastante cuando se tiene diez y ocho años y se aspira a ser el número uno.

         La Feria de Ganado también estaba de despedida. Se instalaba por última vez en la Media Luna, en unos terrenos en los que se proyectaba la inminente construcción del nuevo Ensanche.

         El 10 de agosto de este año un incendio arrasa por completo la Plaza de Toros. Nadie puso en duda que se trataba de un incendio intencionado. La ciudad debatía por aquellas fechas sobre si la Plaza debía de ser derribada o no, y justo unos días antes el Ayuntamiento había aprobado (11 votos a favor y 9 en contra) que la plaza no se demoliese hasta que la que se estaba ya construyendo no estuviese acabada. La vieja plaza, de ladrillo, estaba condenada a su desaparición a causa de la planificación del Ensanche.


PINCELADAS

Alcalde.- D. José María Landa

Horario.- Encierro: 6 de la mañana.  Corrida de toros: 4’30 de la tarde.

De caza en el ¡riau riau!.- La Pamplonesa, que fue muy aplaudida durante las vísperas, tocó varias veces el popular Vals de Astrain que fue coreado por los mozos con el consabido ¡riau riau!. Pero lo más curioso fue la presencia de varios policías municipales vestidos de paisano que, infiltrados entre la multitud, trataban de dar caza a quien corease la música, provocando este hecho la indignación de algunas personas... y de algunos periodistas: esto es una tontería, señor Alcalde, porque con ello se quieren ahogar los entusiasmos legítimos de la juventud, unos entusiasmos que a nadie molestan y que agradan desde el primero hasta el último forastero.

Guía de Navarra.- El periodista, y director de “El Pueblo Navarro”, Angel Saiz Calderón, desistió este año de hacer ningún programa comercial. En su lugar, al llegar las fiestas, sorprendió a sus paisanos con la publicación de una “Guía de Navarra”, que posteriormente fue reeditando en años siguientes.

“Pamplona en fiestas”.- Así se llamaba un periódico redactado por un grupo de jóvenes pamplonicas que salió a la calle los días 7, 8, 9 y 11 de julio después de la corrida de toros.

Patolas detenido.- Dentro de los numerosos carteristas que la policía logró detener en estas fiestas, figuraba un conocido delincuente portugués apodado “Patolas”. Su detención, largamente esperada en toda la geografía española, fue noticia.
         Así mismo, fueron denunciadas varias personas por diferentes motivos; entre ellas se encontraba un individuo a quién los agentes de la autoridad sorprendieron vendiendo en la calle tarjetas postales pornográficas. Fue sancionada también una vendedora de churros que envolvía los que vendía en papel de periódico.