LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1987

         Empezaba a asentarse en nuestras fiestas la tradición de que unos días antes de empezar éstas el ambiente comenzaba a enrarecerse hasta el punto de hacer temer por el futuro de las mismas. El motivo de este año estaba, una vez más, en la colocación de la barracas políticas, que habían presentado 23 solicitudes de instalación frente a 18 puestos permitidos por el Ayuntamiento; es decir: 5 grupos políticos tenían que quedarse sin barraca.
         Ante esta situación los representantes de las barracas políticas anunciaron su decisión unánime de colocar las 23 barracas, dijese lo que dijese el consistorio pamplonés.  Javier Chourraut, que había accedido a la alcaldía el 30 de junio, lo primero que hizo como alcalde fue autorizar la colocación de las 23 barracas, eliminando así, de un plumazo, este foco de tensión, y posibilitando que sus primeras fiestas como máximo mandatario transcurriesen en paz.

         No fue este el único toro que tuvo que lidiar el recien estrenado alcalde. Una resolución del Gobierno de Navarra, aprobada en vísperas del inicio de las fiestas, prohibía la celebración de los encierros txikis, o infantiles. Estó forzo una rápida declaración de la junta de portavoces del Ayuntamiento de Pamplona desautorizando los encierros txikis de esas fiestas cuya celebración venía ya anunciada en el programa.
         Finalmente el Ayuntamiento, con el apoyo de las peñas, presentó un recurso solicitando el permiso para celebrar este acto, presente en nuestras fiestas desde 1979. Y el mismo día 6 el Gobierno de Navarra acordó suspender el acuerdo, lo que permitió que el Ayuntamiento de Pamplona, momentos antes del chupinazo, pudiese suspender la prohibición de estos encierros. Es así como se pudo cumplir el programa.

         De estos dos problemas pudo salir airoso el nuevo alcalde, pero... el tercer toro de esta lidia si que le pilló. Hablamos del riau riau. Y es que una vez más tuvo que suspenderse a causa de la presencia de personajes que se empeñaban en utilizar este acto para expresar sus ideas políticas a la vez que entorpecían el desarrollo del mismo. Se suspendió a las 19’10 por orden del alcalde: estábamos de acuerdo en que si a las siete no pasábamos de un determinado punto nos retiraríamos y eso es lo que hemos hecho por la dignidad de nuestras propias decisiones, pero sobre todo, por respeto a la ciudad y a las vísperas, declaró el señor Chourraut.

         Pero lo peor de estas fiestas sucedió durante el encierro del día 8. Un cabestro, ¡sí, un cabestro!, golpeó por detrás al doblador Ciriaco Díez Dueñas, de 52 años, provocándole una sección medular que truncó inesperadamente su carrera, y que desde entonces le tiene postrado en una silla de ruedas. Ciriaco era, y es, especialmente querido por cuantos le conocíamos. Sirvan estas líneas de homenaje y merecido recuerdo a este hombre bueno. Al día siguiente Lalo Moreno sustituyó, y lo hace desde entonces, a su amigo Ciriaco.
         En aquél mismo encierro hubo cuatro heridos por asta de toro (Víctor Manuel El Busto Zurbano, Francisco Javier Goñi Goñi, Cleofé Sarasa Oyarzun, y Juan Manuel Sánchez Jarero). El encierro del día 10 también se saldó con dos corneados (Gaizka Aranguren y Pablo Ossa). Y especialmente espectacular fue la imagen, que dio la vuelta al mundo, de la pelea en el callejón, el día 13, entre el toro Incomible y el mozo castellonense Víctor Manuel Galdú, que recibió una cornada de 10 centímetros en la axila izquierda durante este pulso sereno entre el hombre y el animal. Aquella serenidad le salvó.

         Los festejos taurinos  arrancaron con la novillada del 6, en la que Miguel Baez “Litri”, Rafi Camino, y Raúl Zorita, se las vieron con los novillos que trajo el Marqués de Domecq.
         En la Feria del Toro se pudo ver a los matadores Julio Robles, Luis Francisco Esplá, Víctor Méndez, José Antonio Campuzano, Emilio Oliva, “Morenito de Maracay”, “El Niño de la Capea”, José Ortega Cano, Roberto Domínguez, Lucio Sandín (que además de cumplir con lo suyo, sustituyó el día 10 a Fernando Cepeda), Tomás Campuzano, Dámaso González, Vicente Ruiz “El Soro”, Antonio Ruiz “Espartaco”, y Francisco Ruiz Miguel.
         Esta plantilla de figuras se las tuvo que ver con las reses de las ganaderías de Francisco Javier Arauz de Robles, Salvador Guardiola Fantoni, José Cebada Gago, Pablo Romero, José Luis Osborne Vázquez, Joaquim Manuel Murteira Grave, Marqués de Domecq, y Eduardo Miura.




PINCELADAS


Alcalde.- D. Javier Chourraut

Horario.- Encierro: 8 de la mañana.  Corrida de toros: 6’30 de la tarde.

Chupinazo.- D. José Javier Gortari

Relevo en la enfermería de la Plaza.- El día 7 se estrenó como nuevo cirujano jefe en la enfermería de la Plaza de Toros de Pamplona el doctor Héctor Ortíz Hurtado. Esta enfermería pasaba por ser la mejor preparada, equipada y atendida de cuantas se conocían en los ruedos nacionales y extranjeros.

Henry Ford en Pamplona.- El conocido magnate norteamericano del automóvil no quiso perderse las fiestas de San Fermín. Llegó el día 5 al aeropuerto de Noain, procedente de Houston, a bordo de un Boeing 727 privado, y estuvo en la capital navarra hasta el día 8.

Pantallas informativas en la Plaza de Toros.- Sustituyendo al viejo sistema de pizarras en donde se anunciaba a los espectadores el nombre del toro que se iba a lidiar, el peso, la ganadería, etc., la Plaza de Toros de Pamplona estrenó el día 6 dos pantallas informativas luminosas, de 8 metros de anchura, colocadas delante de los balcones de Graderío Alto. De esta forma Pamplona se convertía en la primera plaza del mundo que incorporaba este moderno sistema.

Un encierro sanferminero a finales de julio.- Trece días después de haber finalizado las fiestas Pamplona revivió el día 27 de julio uno de los actos más identificativos de éstas: el encierro.
         Esta anomalía hay que situarla en la grabación que se estaba haciendo esos días en las calles de Pamplona de un film sobre la vida de Hemingway. Para ello esa misma mañana se organizó un encierro por su recorrido tradicional con reses de la ganadería sevillana del Marqués de Ruchena. El acto, ambientado en las fiestas de 1926, contó con la participación de 100 corredores y 150 extras más, en los balcones, ataviados con indumentaria de la época.

El bombero torero fuera de fecha.- El espectáculo cómico-taurino de “El Bombero torero, y sus enanitos forcados”, se celebró este año el día 4 en lugar de su fecha habitual, el día 15. La razón de este cambio, según sus organizadores, es que puedan acudir también a la actuación de los ocho enanitos aquellos niños navarros que no van a pasar en Pamplona las fiestas de San Fermín, por marcharse con sus padres de vacaciones.